Cuando pienses que la única forma de no sufrir más es muriendo, has de entender que, como en un sueño, solo sabemos que hemos dormido bien o mal porque nos despertamos y lo podemos recordar. Al morir no sentimos paz, ni descansamos, ni terminamos con los problemas; necesitaríamos volver a vivir para sentirlo.
Propongo que en esos casos de angustia, cuando creas que los problemas te superan, te hagas el muerto. Imagina que te suicidaste. Con varias ventajas: no jodes a quien te quiere, nadie se culpabiliza de tu muerte, no manchas, ahorramos el dinero del entierro y sobre todo, puedes saber qué pasa en la vida sin ti. Solo una norma, no puedes inmiscuirte en la vida de nada ni de nadie, recuerda que estás muerto. Verás cómo las cosas siguen, entenderás que nadie las puso para joderte ni para alegrarte, que las cosas «son» y la vida no depende de las cosas, sino desde dónde las mires.
Cuando sientas ganas de suicidarte, hazte el muerto. Es la única forma de saber cómo va el mundo sin ti
Artículo creado el: 17/12/2022

